El autoservicio se convirtió en un salvavidas para miles de instituciones financieras de todo el país durante el apogeo de la pandemia, y esta tecnología de la vieja escuela ha surgido ahora como una fuente de energía para bancos y cooperativas de crédito por igual. El zumbido de los motores al ralentí es una prueba fehaciente del resurgimiento del autoservicio. Por ello, las instituciones financieras están reevaluando sus equipos de autoservicio teniendo en cuenta su capacidad para gestionar el aumento de la carga de trabajo.
No son sólo los tubos neumáticos y los cajones de reparto los que se están ejercitando en los drive-ups. Lo mismo ocurre con las tecnologías avanzadas, como los Cajeros automáticos y los Cajeros automáticos interactivos (CIM). A medida que se ha acelerado la demanda, las capacidades del Cajero automático interactivo han demostrado ser la línea divisoria entre algunas instituciones financieras y sus competidores. De hecho, aquí es donde algunos bancos y cooperativas de crédito han tenido la oportunidad de brillar de verdad, entre ellos BankNewport. Lee sobre el éxito de los clientes de Convergint en el drive-up en este caso práctico.